Cuando se mata a un animal correctamente con un disparo en la cabeza con un proyectil libre, sea una bala o una carga de plomo, caerá colapsado de inmediato, dejará de respirar y quizá sangre profusamente por el agujero de entrada, la boca y/o la nariz. Puede haber o no una actividad tónica exagerada inmediata de los músculos o la carcasa puede aparecer completamente relajada. Tras un periodo de máximo un minuto, la carcasa puede empezar a contraerse y, en algunos casos, convulsionar de forma bastante violenta (especialmente en los cerdos). Esto es normal en un animal que ha recibido un tiro correcto. Si hay alguna duda sobre la efectividad del disparo, compruebe el abdomen para observar la ausencia de respiración rítmica y el ojo para observar la ausencia de reflejo corneal antes de decidir si es necesario disparar al animal de nuevo. Las convulsiones empezarán a remitir después de un tiempo (hasta un minuto) y finalmente cesarán, dejando una carcasa inicialmente flácida que después, a su debido tiempo, mostrará los efectos del rigor mortis.
Indicadores de un tiro efectivo:
The Old School, Brewhouse Hill, Wheathampstead, Herts, AL4 8AN, UK
Registered Charity in England No 1159690: Charitable Incorporated Organisation. Copyright © www.hsa.org.uk.