Cuando se realiza un aturdimiento eléctrico de manera efectiva, el resultado es básicamente el mismo que un ataque epiléptico en un humano, conocido como un ataque epiléptico mayor, durante el que el cerebro se ve gravemente estimulado, el cuerpo muestra actividad tónica/clónica y hay una pérdida total de conciencia. Durante la primera fase (tónica), cuando la corriente fluye por el cerebro, el animal cae colapsado y deja de respirar, con las patas delanteras extendidas y rígidas y las patas traseras flexionadas hacia el cuerpo. En la segunda fase (clónica) el animal se relaja y comienza a dar patadas involuntarias con las cuatro patas. A medida que remite la actividad clónica, el animal pasa a la tercera fase (recuperación o agotamiento).
Se sabe que mientras un animal está en las dos primeras fases está inconsciente y, por tanto, es insensible al dolor. Sin embargo, el inicio de la tercera fase es una indicación de que el animal está comenzando a recuperarse y podría experimentar dolor. El primer signo de que un animal se está recuperando del efecto del aturdimiento es el regreso a una respiración rítmica normal. La respiración rítmica se puede determinar observando el movimiento del pecho con respiraciones espaciadas homogéneamente. Esto no se debería confundir con los jadeos aleatorios (respiración agónica), resultado de las contracciones musculares espasmódicas, que se pueden producir cuando el cerebro está muriendo. Durante estas contracciones aleatorias, también puede entrar aire a los pulmones haciendo que el animal haga ruidos involuntarios.
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Síntomas físicos de una ataque epiléptico |
Tónica |
El animal cae colapsado y se pone rígido |
Clónica |
Relajación gradual de los músculos |
Recuperación |
Reanudación de una respiración rítmica normal |
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